Capítulo 3

Los ojos le comenzaron a pesar a Anselmo.-
La ruta era demasiado larga y aburrida, a esa altura de la tarde y después de un par de cabeceadas peligrosas, decidió que era tiempo de descansar.-
La noche todavía no llegaba, pero llevaba más de 7 horas manejando, así que buscó el refugio seguro de alguna estación de servicio y se metió sin más ni más.-
Cargó nafta y siguiendo con los dictados del cuerpo, descargó varias otras cosas.- En el bar de la estación de servicio, se compró un café enorme y caminando despacio fue hasta el auto que lo esperaba tratando de enfriarse abajo de un árbol.-
-Buen muchacho- Le dijo dándole varias palmaditas en el techo.-
-Ahora viene la noche, te vas a refrescar y mañana, los dos juntitos, vamos a seguir viaje, que todavía falta bastante- Le habló como si el coche le entendiera.-
Abrió todas las puertas para que el reparador viento saque el tufo de adentro de la cabina, se sentó y abrió los "taper" más grandes que le preparó la mamá.-
¡¡Vieja, te pasaste!! Dijo con los ojos muy abiertos al ver toda la comida que le había cocinado.-
-Me voy unos días, no un año- Y se sonrió.-
Sintonizó la radio con una música de la región, reclinó un poco el asiento y se preparó a comer despacio, casi disfrutando las vacaciones forzadas que estaba teniendo.-
¡Já, en la oficina seguro que se están cagando de calor, y el tipo, abajo de un arbolito, piola, lleno de morfi y escuchando música! ¿Que tal?
Se contestó a sí mismo y se rió fuerte.-
Las sombras alargaron sus brazos.-
-Nunca había visto un anochecer en el campo, parece que el sol se esconde adentro de la misma tierra…...una maravilla-
Dijo en voz alta, casi asombrado por el espectáculo grandioso que se le presentaba gratis, adelante de sus citadinos ojos.-
Reclinó bien el asiento y cerró todas las puertas para que la luz de cortesía no le consuma la batería, pero dejó abiertas las ventanillas.- Un airecito fresco, de campo recién estrenado lo sumió en un profundo sueño.-

¡¡¡ BOLUDO!!! ………………. ¡¡¡Adonde estacionaste!!!
Le gritaron y se despertó sobresaltado golpeando el volante del auto con las piernas.-
Una marea de camiones del tamaño de un edificio de cuarenta pisos lo rodeaba y le pasaban al lado con la distancia de una hojita de afeitar.-
Por una de las ventanillas abiertas, entró el espeso humo que salió del caño de escape de una de las bestias que estaba estacionada justo al lado de su autito.-
Abrió la puerta, salió afuera del auto con los ojos llorosos y tosió ahogado.-
Un camionero en camiseta musculosa, gordo, barbudo y transpirado, lo miró desde lo alto de la cabina y se rió a carcajada limpia.-
Cuando se repuso, miró y se dio cuenta que estaba encerrado entre una marejada de monstruos enormes, humeantes y agresivos.-
Se asustó, subió al pequeño, insignificante e inexistente vehículo que lo transportaba y como pudo salió esquivando las moles que parecían querer tragárselo vivo.-
El corazón le latía como un desaforado.- Estacionó unos metros más adelante, se bajó y miró para atrás.-
Una veintena de camiones entraban y salían justo adonde él se había estacionado.- Sacudió la cabeza buscando serenarse y se sonrió.-
Subió, arrancó y siguió el camino.-
El paisaje verde y fresco se fue transformando en marrón y seco.-
El sol de la mañana, apenas despuntó sus primeros rayos, se hizo sentir impiadoso, estaba entrando a Santiago del Estero y la fresca y densa arboleda iba desapareciendo lentamente, conforme él avanzaba, dando paso a matorrales secos y tierra árida.-
¡Carajo! -Adonde me metí-
¿Me habré equivocado de ruta?
Exclamó en voz alta, pero siguió su rumbo, mirando cuanto cartel se le cruzara en el camino.-
El día se hizo largo.-
Varios puebluchos mal entrazados, le sirvieron para descansar un poco a la sombra de los escasos árboles que todavía subsistían a la importante sequía de la zona.-
Casi terminada la tarde, con los últimos rayos de un día muy largo y caluroso, por fin llegó a la ciudad.-
No estaba tan mal.-
Muchas luces, marquesinas bien iluminadas, lindas calles y comercios abiertos, con buena iluminación, le dieron la bienvenida.- Se puso contento y comenzó a buscar alojamiento céntrico y barato.-
No muy lejos de las principales calles del centro, consiguió un hospedaje de una categoría indescifrable.- Habitación vieja, cama vieja y ropero viejo, baño compartido en el pasillo y algún que otro griterío de las habitaciones vecinas.-
-No importa, total es por pocos días, además, para lo único que lo quiero es para dormir........y es barato-
Masculló entre dientes cuando quedó solo en la pieza.-
-Por lo menos las sábanas están limpias y el colchón parece confortable y además.......es barato-
Se auto convenció.-
Estaba extremadamente cansado, decidió bañarse y salir a comer algo a un bar de la zona, así comenzaría a extender algunas redes para ir armando un poco la historia.........luego, se entregaría a un reparador sueño.-
Caminó unos metros.- El bar tenía pocas luces y se respiraba un aire bastante viciado a cigarrillo.-
Un cartel rezaba "NO FUMAR" y alguien le escribió "AFUERA".- Y daba la impresión que se lo habían tomado en serio, porque nadie fumaba afuera, todos lo hacían adentro.-
Buscó una mesa en un rinconcito y se sentó.- A su lado un tipo bastante mal entrazado se debatía entre dormirse y caerse al piso o mantenerse sentado, era evidente que estaba borracho.-
Un mozo de blanco, con el cuello de la chaquetilla todo sucio, una servilleta llena de manchas en la mano y un cigarrillo a medio terminar en la boca, se acercó a la mesa, levantó el cenicero que se encontraba sobre ella y con la servilleta sacó una gran cantidad de migas de pan, arrojándolas al suelo.-
Alto, flaco, desgarbado en su andar, con los hombros hacia adelante, exhibiendo una pequeña joroba, que más que una malformación física daba la impresión que se trataba de una postura, tal vez debido a su altura y a los años de servicio como mozo, le provocaron la necesidad de inclinarse hacia abajo para atender a los parroquianos y atender las mesas que se encontraban considerablemente más abajo que sus propias manos.-
Manos que casi siempre sucias, habían gastado los bordes de los bolsillos de la chaquetilla, formando una desagradable aureola oscura, característica de la falta de lavado, en otras palabras…..una verdadera mugre.-
Sandalias de cuero marrón, muy gastadas, dejaban ver los dedos de sus pies.- Piel áspera, reseca y uñas excesivamente largas y ennegrecidas.-
Los pantalones con los dobladillos descocidos, le arrastraban por el suelo y en la parte de atrás, se metían debajo de las sandalias mostrando la tela deshilachada de tanto pisarla.-
Ojos negros y saltones y una sonrisa siempre dispuesta, generaban una aceptación inmediata al diálogo y a la amistad.- De buen ánimo y siempre alegre, no se fijaba en tantos “pequeños” detalles.- Para él, la vida pasaba por otro lado.- Su verdadera vida era la rutina, la desesperanza y la ausencia aceptada de un futuro más promisorio.- Así lo entendía, lo aceptaba y entonces, siempre mostraba su mejor cara, con su enorme sonrisa amarilla, pero con todos sus dientes en orden.-
Lucio….se llamaba.- Y se dirigió a Anselmo lleno de su espíritu y rebosando buen ánimo.-
¿Que te sirvo?
¡No sé, algo rápido!
¡Un sánguche de mila!
¿Que?
¡Una milanesa, entre do' pedazos de pan, con todo, especialida' de la casa!
¡Ah!
¿Y pa' tomar?
-Una gaseosa-
¿Sa'.......coca o pesi?
-Lo que "haiga"-
Le respondió Anselmo casi tomándole el pelo, pero el mozo ni se inmutó.-
-Pesi.......porque la coca no me queda ma'- Le dijo, se dio media vuelta y se fue.-
¡¡¡ Juan……..sacame una mila especial y una pesi!!! gritó.-
Una rápida recorrida visual por las paredes, le despertó su curiosidad periodística.- En cada uno de los cuadritos que colgaban junto a pedazos descascarados de revoque, se narraba un mundo de anécdotas hundidas en el tiempo.- Mujeres de la vida, obesas y de sonrisa dudosa, junto con algún que otro personaje del espectáculo que ocasionalmente hubiera pasado por ese lugar, daban cuenta que en algún momento, habría sido un bar de cierta importancia.- Publicidades de bebidas fuera de época, dejaban al desnudo que el local ya tenía muchos años por detrás y que la inclemencia del paso del tiempo y del descuido permanente, lo estaban llevando a una muerte segura en las páginas del olvido.-
Unas risas frenéticas lo hicieron mirar hacia la entrada.-
Por la puerta, ingresaron dos mujeres con faldas demasiado cortas y ajustadas, un top que les llegaba hasta arriba del ombligo, muy ajustado, a modo de corpiño, esforzándose por contener los enormes pechos de ambas.- La panza desnuda les caía hacia todos lados como bolsas de harina y las piernas gordas atravesadas por ríos de celulitis daban un aspecto poco simpático.- La dos se sentaron en la mesa vacía que estaba al lado de Anselmo.- Miraron al joven y se cruzaron miradas llenas de picardía.-
El mozo le trajo la comida y Anselmo comenzó a dar cuenta del "sánguche" de mila.-
Las chicas lo seguían mirando, ninguna de las dos tendría más de 25 años, aunque se veían muy arruinadas por el trabajo desafortunado y la inclemencia del tiempo.- Entonces, Anselmo decidió que podía comenzar a trabajar y para ello, lo mejor era entablar una conversación con la gente del lugar y qué mejor que hacerlo con las propias trabajadoras del sexo.-
Levantó el vaso lleno de gaseosa y las saludó.-
Las chicas se rieron.-
Cuando terminó de comer, se levantó con el vaso y la botella de "pesi" a medio terminar y se acercó a la mesa de las dos mujeres.-
¿Puedo?
Preguntó educadamente.-
"El simple 50 pesos, completo 100…………cada una.- Ni hablar por atrás y el telo lo elegimos nosotras" fue toda respuesta de las mujeres.-
-No, no, no me entendieron, quiero hablar, solo hablar-
¡¡ah!! -dale, sentate-
Se sentó con una sonrisa y enseguida intentó ser amable.-
¿Nombres?
¿Qué so' de la cana?
-No, soy periodista y vengo a cubrir una nota-
Las dos se miraron.-
-Yo......Yanina y eya……… Yamila- le dijo una de las chicas señalando a la otra con el dedo de su mano derecha.-
¿Todo con Ya......? dijo sonriendo pero las mujeres no captaron el chiste.-
¿De donde venís?
-De Capital Federal-
-Ah, porteño, estos porteños no saben apreciar la belleza femenina- Le dijo una a la otra, levantándose los pechos con las manos y haciéndolos rebotar contra sí mismos.-
Se rieron a carcajadas.- A una le faltaban los dos dientes de adelante y el color amarillento daba cuenta de que era fumadora empedernida.-
¿Que buscás?
-Información-
Tenemos la garganta seca, no podemos hablar con la lengua así-
Le dijo una y Anselmo entendió la indirecta.-
¡¡ Mozo!! Gritó y las chicas sonrieron.-
-Las damas desean algo de beber- sugirió
¿Las damas? Juajajajaja.- Se rió el tipo a carcajada suelta.-
¿Lo de siempre? Preguntó cuando pudo parar de reírse.-
¡Sí, dale……….estúpido! contestaron ellas, dando plena idea que eran asiduas concurrentes del lugar.-
Anselmo las miró con una sonrisa pensando que esta invitación le iba a costar un ojo de la cara.-
-Pero todo vale si puedo sacar buena información- Pensó.-
Dos cervezas llegaron a la mesa.-
¿Nada más? Se dijo a si mismo.......-barato-
¿Que querés saber?
-Hace unos meses, una de ustedes fue salvajemente golpeada por alguien que aparentemente las regentea- ¿La conocen?
-Obvio nene, acá nos conocemos todas- Exclamaron mientras se miraban entre las dos.-
¿Saben adonde la puedo encontrar?
¡Por lo que sabemos.....en el cementerio!
¿Es empleada municipal?
Jajajaja, que onda este pibe....no querido, planta rabanitos desde abajo.-
¿Está.....?
-Reventada.......si-
¿Y como no trascendió nada, no hay escándalo político ni periodístico?
-Porque si te hacés el boludo, acá te achuran sin preguntarte nada........bebé.......citadino porteño.- Ojo adonde te metés que hasta le podés hacer compañía-
¿Saben quien fue?
-Si no lo supiéramos estaríamos en la joda, pero todas sabemos que con ese no se jode.- ¿Me entendés? ¿Catás la indireta?
¿Tenés el sobrenombre, o algún detalle para identificarlo, o alguna zona adonde vive………que se yo, algo para tratar de localizarlo?
Las dos se miraron y se rieron mostrando las dentaduras amarillentas e incompletas.-
¿Te puedo dar.....a ver....que te puedo dar para orientarte?.........el nombre, el apellido, la dirección, el teléfono fijo, el celular, te puedo dar el nombre de la esposa y de los hijos, a que escuela van.....a ver.... ¿Que más? ¿Te alcanza?
¿Saben quien es y adonde vive? Preguntó Anselmo entre intrigado y asombrado.-
¡Of cors!
¿Y nadie hace algo para frenarlo?
¿Y para que? ¡Si alguien se mete ya sabés adonde lo vas a encontrar!
¿Plantando rabanitos?
-Bienvenido a Santiago, te estás avivando- le dijo una de las chicas y se rió.-
¿Como se llama?
¡Patrón Soto!
¿Patronsoto?
-No boludo, Soto es el apellido y le dicen Patrón porque regentea todos los quilombos desde aquí hasta Jujuy, pero no te gastés en investigarlo porque son todos legales-
Se llama Horacio.-
-Ah- exclamó Anselmo mientras escribía todo los datos que le daban.-
¡Guacho, sos un pendejo lindo, casi, casi, que no te vamos a cobrar nada, pero nos tenés que prometer una buena foto en tu diario……..¿te imaginás? “Las más beyas de Santiago”-
Dijo una de las chicas y se rieron sin parar.-
¿Nene…….vamos al hotel?
¿Con las dos?
¿Te vas a aguantar?
¡Si....pero....no! -Es que mañana....sabes.....tengo que laburar desde temprano, pero les prometo que el fin de semana........no sé.....sí.....creo........seguro-
-Cagón....arrugaste- le dijeron y se sonrieron.-
-Bueno, es palabra, te esperamos el finde, y venite preparadito que te vas a llevar una "Surprais" ¿Dale?-
¡Bueno! contestó Anselmo nervioso.-
-Bueno, el fin de semana, pero ahora.......quiero algo más-
¿Acá adelante de todos?
¡No.....no....no, dame la dirección del Patrón, del coso este!
La chica le sacó el lápiz y el papel mientras le acariciaba suavemente la mano mirándolo dulcemente a los ojos muy abiertos de Anselmo y se la anotó.-
-No seas boludo, ojo con lo que hacés, sos un pendejo simpático, te decimos en serio, con onda, el tipo es muy pesado y la cana lo apaña- A ver si te la cortan y el finde no podemos divertirnos- Bromeó una de ellas y todos se rieron.-
Anselmo, por primera vez, se había puesto nervioso y se sintió un poco asustado.-
La noche duró lo que tarda en llegar el día pero Anselmo ni se dio cuenta, tal era el cansancio que tenía que los gritos de las otras habitaciones no lograron amedrentar el sueño plácido y profundo que lo acompañó toda la velada.-
Lentamente, al son de un despertador implacable, se fue levantando.- Se calzó unas ojotas y el salto de cama y se fue al baño.- En el piso había 4 baños, pero todos estaban ocupados, así que frunció en ceño y se volvió a la pieza.-
Mientras se cambiaba, abrió por primera vez la notebook y comenzó a anotar las vivencias de la noche anterior.-
Al fin, escuchó un grito que le avisaba "Pibe……..tenés el baño libre".- Sin un segundo de demora, agarró las cosas y rápidamente se precipitó adentro del pequeño y sucio reducto.-
Trató de hacer sus necesidades sin tocar nada, se lavó la cara, los dientes y se peinó.-
Era muy temprano, pero el sol ya pegaba muy duro.-
-Esto es Santiago- Pensó.-
No supo adonde ir y como quería aclarar las ideas, se metió nuevamente en el mismo barsucho de la noche anterior.-
El mismo borracho seguía debatiéndose entre caerse o mantenerse sentado.-
Pero la impresión más fuerte la tuvo cuando se le acercó el mismo mozo, con la servilleta y el cigarrillo a medio terminar en la boca.-
-Hola pibe- ¿Quere' un feca con medias?
-Bueno, dale-
¡¡¡Juan……..tirame un completo!!! gritó
Supo al instante que en ese lugar seguramente no conocerían lo que era el WiFi, así que ni sacó la notebook, mucho menos, preguntó.-
El café estaba bueno, bien caliente y con espumita y las medias lunas eran típicas de pueblo, enormes y sabrosas.-
-Con esto ya almorcé- Pensó sonriendo.-
Entonces sacó el papelito adonde la chica le había escrito la dirección del Patrón.......ese, y decidió ir a mirar un poco de cerca, sin meterse en nada.....solo mirar.-
Pagó la cuenta, que lo sorprendió porque le costó la mitad que en la capital y se levantó contento.-
El calor le borró la sonrisa de la cara, pero le puso el pecho al trabajo y siguió adelante, en busca de su compañero fiel de cuatro ruedas.-
Consiguió en un kiosco un mapa de la ciudad, para no tener que andar preguntando.- "Hasta la cana lo apaña" le retumbaba en los oídos las palabras de la mina metiéndole un temor que no llegaba a entender.-
Por las dudas, prefirió mantener un perfil muy bajo.-
Luego de un rato arriba del auto, a la sombra de un exiguo arbolito, con el mapa desplegado sobre el volante, pudo entender adonde estaba situado, se ubicó en el plano y marcó con una birome, la dirección del Patrón Soto.-
Lentamente, avanzó por las calles de la ciudad, tratando de recordar todo lo que veía a su paso, para poder orientarse en días futuros y no tener que andar buscando en el mapa ni preguntando.-
Una calle muy solitaria, se le abrió adelante y sin encontrar la dirección exacta, supuso que había llegado.-
Casi toda la manzana estaba rodeada de una espesa ligustrina perfectamente bien cortada y muy alta -casi tres metros- le calculó .-
Se notaba la mano experta de algún jardinero idóneo en la materia.-
Justo a mitad de la cuadra, un portón de grandes dimensiones, de hierro, color verde, bastante despintado y completamente ciego, era la única entrada al predio.- Desde afuera no se veía absolutamente nada.-
Un pequeño portero eléctrico con una “muy” evidente cámara de seguridad, era la única manera de poder atravesar lo que a simple vista, parecía una fortaleza.-
Rodeó el predio un par de veces, se dio cuenta que la propiedad lo ocupaba por completo y que la ligustrina cerraba la visión desde cualquier ángulo.-
Se detuvo en la otra cuadra, sacó su cámara de fotos, la investigó un poquito para aprender a usarla y utilizó el zoom, tratando de lograr fotos precisas del portón de ingreso.- Luego hizo algunas más panorámicas.-
Una media hora estuvo allí, y cuando pensaba marcharse, un auto muy lujoso, de esos que tienen nombre de mujer y que resultan imponentes con solo verlos, apuntó al portón y mágicamente, se abrió.-
¡Ábrete sésamo! Pensó.-
Pero se cansó y se marchó.-
El día lo terminó recorriendo el centro de la ciudad, le habló a la vieja para avisarle que estaba todo bien y se sentó en un bar decente.- Abrió su máquina y despacio, tratando de enhebrar palabras consistentes escribió sus primeras notas.-
Serían la presentación de una entrevista que no tenía idea como empezarla ni siquiera para qué la iba a hacer, cual sería el significado.-
¿Usted le pegó a una de sus empleadas.....?.....No...
¿Usted mató o hizo matar a una persona que trabaj.......?........menos.-
¿Usted tiene muchas casas de citas y de vez en cuando liquida a alguna emplea.......?........ni loco.-
¿Usted es un asesino?.......Soy hombre muerto....no....
Anselmo se debatió el resto del día en la manera que iba a comenzar la entrevista, si es que lograba encontrar al tipo.-
Entonces, se le iluminó una idea.-
-Voy a comenzar por abajo, las voy a entrevistar a las chicas de anoche a ver que onda, que consigo, parecen simpáticas y seguro que les saco algo jugoso- Pensó y se sonrió.-
Llegaba la noche y grabador en mano, iría al barsucho de mala muerte a ver si las volvía a encontrar.- Estaba seguro de que sería un buen comienzo para la nota y que al día siguiente podría comenzar a enviar algo a la redacción del diario.-